''He estado mucho tiempo sin publicar, y la verdad, es que no me llegaba nada de inspiración. Además, no creo que nadie siga mi blog enserio, así que, seguiré publicando capítulos, pero más lentamente. Gracias :) ''
La chica, aturdida, con los ojos empañados
en soledad y su corazón empapado de tristeza, se tumbó sobre su cama,
intentando olvidar, pasar página. Alcanzó su reproductor de música, el cual se
encontraba en la mesa, y comenzaron las melodías.
Una canción después de otra, canciones que
penetraban en su cerebro, que la tranquilizaban, que le borraban las lágrimas
del rostro.
Poco a poco, su cuerpo se sentía cada vez
más cansado, sus ojos se cerraron. Se dejó atrapar por el reino de los sueños,
donde nadie podía hacerle dado, o quizás sí.
‘‘Una habitación cerraba, sin ninguna vía
de escape; ventanas selladas, puertas de acero, solo una bombilla iluminaba la
penumbra, como un rayo de sol en las tinieblas.
Julieta se sentía aturdida, tenía los ojos
cansados, pero se le hacía imposible cerrarlos, parecía que la cafeína corría
por sus venas. Se levantó con cuidado y lentamente. Las manchas oscuras en su
vestido blanco parecían recientes. Manchas negras, grises y rojas. Un rojo
sangre que salpicaba la tela blanquecina.
Caminó con sus pies descalzos por la
habitación, llena de aire cargado. Se dirigió hacia la puerta, la cual era
oscura y tenía una pequeña rejilla de cristal que podía abrirse y cerrarse.
Colocó su mirada ante esta, y de pronto unos ojos negros como el carbón,
brillantes y ansiosos de dolor, llenos de odio, se posaron delante de ella. Esa
mirada endemoniada asustó a la chica. Julieta retrocedió sin dejar de mirar a
esa criatura, no podía dejar de hacerlo.
De pronto, de las paredes grises y
chorreantes de suciedad, aparecieron pequeños cañones, los cuales estaban por
todos lados, acorralándola.
Del techo surgió una espesa lluvia negra,
que inundó por completo el suelo de aquella caja de zapatos. Gasolina. No.
La chica comenzó a gritar, los cañones
comenzaron a disparar fuego, la criatura desconocida comenzó a sonreír.
Su carne, tierna y sucia, ardía en cálidas
llamas que calaban hasta los huesos. Todo estaba ardiendo, consumiéndose. La
bombilla explotó. La puerta se abrió.
La mirada oscura retiró el fuego de su
camino con un suave movimiento de brazos
Se acercó a ella, que no paraba de
consumirse en llamas. Los ojos de la chica estaban muy abiertos, unos párpados
desnudos recubrían el ojo, que pronto comenzaría a derretirse como la
mantequilla.
- Ya eres mía – Dijo la criatura.
Una carcajada retumbó en las paredes. Julieta
cayó en el mar de fuego, cerró los ojos y despertó’’
Un suspiro recogió las emociones de la
chica, la cual rebotó en la cama al abrir sus ojos, pero se calmó al tocarse la
suave piel de su brazo.
Un sueño horrible, un pesadilla que
manifestó sus sentimientos. Atrapada, sin salida, todas las miradas puestas en
ella y no sabía lo que debía hacer.
Al levantarse de la cama, todo estaba
oscuro. Miró el reloj de su mesilla y marcaba las 5 de la mañana. Ya era
sábado.
Miró a su alrededor, algo confundida aun,
y se dirigió a su ordenador. Lo encendió y comenzó a navegar por la red. Le
había llegado un mensaje.
Arturo.
‘‘No sé ni por dónde empezar, pienso que
estoy tan confuso como tú, Julieta, no sé qué decirte, pero sé que no te voy a
decir lo que pensar, por que tus pensamientos es una de las pocas cosas que
posees con libertad.
Tampoco te voy a obligar a que me quieras,
porque no quiero falsas promesas ni palabras. Solo quiero que seas feliz,
conmigo o sin mí. Quiero que cuando leas este mensaje contestes, solo para
demostrar que todavía te importo, pero no lo contestes si no me quieres dar una
oportunidad. Desapareceré de tu vida, nos ignoraremos y haremos como que no ha
pasado nada. Te quiero, pero se ve que tú ya no sientes lo mismo por mí. Me
equivoqué, debería de haberte amado cuando podía, no dejarme llevar por las
palabras de otros que hoy ni siquiera son mis amigos, debería haberme ido hacia
tu camino, debería haberte cogido la cara con ambas manos y sostenerte, solo
para decirte que estoy contigo, que nunca te dejaré, y que cuando quieras
hablarme, te contestaré.’’
A Julieta se le paró el sentido. ¿Le
contestaba? Obviamente el seguiría formando parte de su vida, no podía dejarlo
atrás, aunque solo fuera en sus recuerdos. Él le importaba. Pero decidió no
contestar, por el momento.
Siguió navegando por internet hasta que el
cielo comenzó a aclararse y los pájaros comenzaron a cantar. El calor ya se
notaba, comenzaba a llegar el verano, la primavera en su ciudad duraba muy
poco.
Recogió su melena en un pequeño moño con
algunos mechones sueltos y se dirigió al armario para coger algo de ropa, iba a
salir.
Tenía ganas de un café, leer, estar en
paz.
Eligió unos vaqueros suaves y no muy
gruesos, una camisa blanca suelta y fina y un pañuelo de colores.
Después de asearse para borrar los rasgos
típicos de un trasnochador, comenzó a preparar su bolso: Su libro favorito, su
móvil, su reproductor de música y algo de dinero.
Se calzó sus botas y comenzó a bajar las
escaleras con cuidado. Dejó una nota que explicaba su rumbo sobre la mesa de la
cocina, cogió las llaves y salió.
El aire limpio de la mañana, revivió a sus
pulmones. El cielo estaba despejado, una brisa fresca acunaba a las hojas de
los árboles y leves y débiles rayos de sol asomaban en la acera.
Un día perfecto, pero ella no sabía cuánto.
Tengo que decir tres cosas:
ResponderEliminar1º TU BLOG ES GENIAL Y QUIEN DIGA LO CONTRARIO MIENTE.
2ºEl sueño mas macabro no puede se ¿no? Luego dices que yo...
3º WHAT? que significa la ultima frase?
1º Mi blog es una caca ♥
Eliminar2º El sueño es un poco raro, sí...
3º Ya lo sabrás en el próximo capítulo :)
1º Comparalo con el mio. (Y dejemos esto aqui que parecemos idiotas xD )
Eliminar2º Correcto.
3ºNOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH