jueves, 13 de septiembre de 2012

Capítulo 3.

Julieta sentia que su estómago era una guarida de mariposas, de miles y millones, que recorrían su cuerpo haciendo notables cosquilleos, pero nunca salían de allí. Cerraba los ojos y millones de imágenes se le venían a la mente, fotogramas de su memoria enlatados en recuerdos infinitos. No podía luchar con ellos, no podía vencerlos, solo quería que el tiempo pusiera cada cosa en su lugar.

Arturo se sentía solo, nadie lo podía llenar, nada lo podía completar, solo ella. Esa chica que pocos le prestaban atención, la chica invisible, nadie la conocía, nadie la echaba de menos. Admiraba su poder, envidiaba su invisibilidad. No quería ser popular, no quería ser conocido, solo quería salir de allí, de su cárcel de cristal.

Nicolás se había pasado la mañana de aquel día pensando en esa chica tímida y solitaria que en la nueva página de su vida, le había tendido una mano amiga. Era increíble como el rumbo de tu vida, tus pensamientos, pueden cambiar de un instante a otro, impresionante, como una persona podía calar en ti como el agua en el frío invierno.



La campana anunciaba el fin de un largo y fatigado día escolar. Julieta recogía vagamente los libros y los metía en su cartera. Cuando estaba a punto de terminar, dos manos masculinas se posaron sobre su mesa.

- ¿Te apetece quedar hoy? Me gustaría que me ayudaras con geometría, se me da fatal... - Mentía, sacaba matrícula de honor sin apenas estudiar, era un alumno excelente, solo quería pasar más tiempo con ella.

- Me parecería bien si no se me diera peor que a ti. - Dijo cortante Julieta, ese chico le provocaba unos rubores muy notables y no quería que se percatara de ello.

- Venga, entre los dos sacaremos algo, ¿vale? ¿Quedamos en mi casa a las seis? Está al lado del supermercado de la plaza, pero, te dejo mi número por si no sabes cual es, aquí lo tienes - Dijo el chico sonriente y extendiendo un papelillo con su número y dirección.- No acepto un no por respuesta, te espero allí a las seis, hasta luego - Se despidió con la esperanza de que la chica que ocupaba sus pensamientos desde aquella mañana pasara toda una tarde a su lado.

Julieta estaba absorta en sus pensamientos ''¿Por qué yo?'' se preguntaba ''nunca he pensado que fuera especial para nadie, nunca le he importado a nadie, y aparece Nicolás de la nada y me salva, como un héroe de tebeos, no entiendo por qué el destino me ha elegido a mi''. Sus pensamientos eran confusos, se sentía afortunada y, por una vez, querida, pero quedaba la gran duda de por qué el chico de los ojos marinos la había elegido a ella.

Caminó hacia la salida con prisa, andando rápidamente, eran las tres de la tarde y quería llegar rápido a su casa, quería que fueran las seis, que las agujas del reloj corrieran, que el tiempo pasara volando, quería estar de nuevo con Nicolás.

Tal era su prisa que al avanzar tropezó con alguien familiar, alguien muy conocido en sus pensamientos, levantó la cabeza y de pronto lo vió: su suave pelo rubio, sus ojos grandes y castaños la miraban de una forma extraña, eran unos ojos muy profundos, unos ojos atormentados. Arturo la cogía del brazo, sujetandola por el golpe, un encuentro casual, cosas del destino.

- Per...perdón, yo no quería... - Dijo Julieta avergonzada, sin dejar de mirar a sus ojos.

- No ha pasado nada, a lo mejor tus libros están peor que tu - dijo, asomando una pequeña sonrisa bajo sus labios y mirando hacia el suelo, donde se encontraban los libros de Julieta.

- Oh, no...no me he dado cuenta - Julieta se agachó rápidamente para recoger sus cosas, mientras que Arturo la ayudaba - No, no hace falta... Gracias.

- De nada, pero hazme un favor, anda con la cabeza hacia al frente la próxima vez, no vaya a ser que no esté ahí para recogerte, pequeña - Dijo Arturo burlón y soltando un carcajada.


A Julieta no le gustaba que la llamarán pequeña, pero esa vez no tenía sentido alguno, ya que Arturo estudiaba el mismo curso que ella. Estaba muy sonrojada, no se lo habría esperado nunca. Arturo, el chico más popular del colegio, aquel que ocupaba su corazón desde años atrás, el chico que había amado en secreto y que había sacado de sus pensamientos por un día, ese chico, le había dirigido la palabra, ese chico, del que ella estuvo enamorada. Estuvo, por que ese día todo cambió. Estuvo, por que ya no estaba tan segura de sus sentimientos.

1 comentario:

  1. ADINJSDIFNRGNRWPPAOAMAGORT ¡¡¡DIOOOS QUIEROO MÁS!!!
    Que lindos los dos <3

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